Tuesday, June 12, 2018

La fiesta de jirafita


Tengo una niña de 5 años que es lo mejor que me ha pasado en la vida. El viernes me entregó esta invitación porque era cumpleaños de su jirafita. Sus "chicos" (alias juguetes) cumplen años a la menor provocación y es todo un evento.

La jirafita cumplía un año así que hubo invitaciones, botana, pastel, mañanitas, piñata (en la que participó desde la jirafa hasta los abuelitos), regalitos para los invitados, vela prendida y porra. Todo como debe ser una fiesta. 

En la mañana ya nos había fascinado con su festival de la escuela en donde bailó por todo el escenario disfrazada de fuego y al final cantó una hermosa canción "yo puedo, yo puedo, confía en mí. Yo puedo, yo puedo, ser feliz..."

Ya me di cuenta hermosa, que puedes ser feliz. Gracias por enseñarnos y alegrarnos cada día. Ojalá nunca se acaben las fiestas de los chicos. 

Monday, July 14, 2008

el cine y el ojo candy

últimamente he empezado a preocuparme porque siento que el ojo candy se ha hecho demasiado frecuente cuando voy al cine.
siempre he sido muy sentimental y no debería extrañarme. pero siento que antes lloraba mucho con algunas películas y ahora lloro, aunque sea poquito, casi en todas. esto desata varias teorías:

primera. el sentimentalismo se ha apoderado de mí a tal grado que ha llegado a límites sospechosos que debo mantener bajo estricta vigilancia antes de sufrir otro trastorno de peores magnitudes. esto puede deberse a la edad, jajajajaja.

segunda. he ido a ver sólo películas románticas, que tarde o temprano cumplen su cometido de desatar el ojo remy, aunque no se derrame la lágrima. mi elección se debe a dos razones. una, por naturaleza creo que las mujeres tenemos una tendencia hacia las películas de este tipo; y dos, no tengo un novio que me lleve a ver películas de acción que jamás me harían llorar :)

tercera. en realidad las películas no son como para que llore siempre, pero con las condiciones idóneas de oscuridad y anonimato, el cine es el lugar perfecto para liberar las tensiones, frustraciones y enojos de la semana, aparentando que uno realmente está conmovido con la escena de la pantalla y soltando la lágrima. esto tiene sus beneficios, ya que si uno se guarda todo, corre el riesgo de desencadenar una enfermedad en algún momento.

cuarta. se dedica una durante los últimos años a convertirse en una mujer madura que entiende que los príncipes azules no existen. ah... pero llega uno del cine y AHI ESTÁN y no sólo en tamaño IMAX, sino que aparte se arrodillan para pedir matrimonio y por si fuera poco, son más guapos que todos los hombres que hemos visto en nuestra vida juntos. entonces uno llora por un lado, del coraje de que los méndigos productores, escritores, encargados de casting y demás malévolos que intervienen en la película, saboteen nuestros esfuerzos por destruir la creencia de que hombre perfecto existe. y por otro, las lágrimas corren porque como bondadosas mujeres que somos, nos volvemos a preguntar: por qué no tengo yo uno así? y es cuando uno más chilla. a estas alturas ya ni las palomitas se antojan.


como sea, no pienso dejar de ir al cine. realmente me encanta.

la quinta teoría es que lloro de felicidad porque, aunque ahí todo sea irreal, siempre me ha hecho feliz sentir que otras personas son felices. y quién sabe, tal vez algún día un hombre se arrodille frente a mí, y no necesariamente sea un hombre en una pantalla de cine. y entonces seguramente lloraré de incredulidad y seguramente lloraré más que en todas las películas juntas!!! :)

me llamo "A"

Mi sobrina Renata se desató a hablar últimamente :)
como buena niña pequeña, sólo dice el final de las palabras. "ino" es danonino, "opa" es sopa.
su palabra favorita es NO. si le preguntamos "dónde está tu mamá?" contesta "no" (muy seria) JAJAJAJAJAJAJA.

hay algunas palabras que puede decir completas pero con mi nombre le ha costado trabajo, debe ser porque es largo para ella.
llama a todos excepto a mí, por lo que tuvimos que hacerle una prueba.
le dice Alejandro: a ver grítale a tu abuelita Raquel, y Renata dice "Até"
ahora grítale a mamá: "mamá"
ahora grítale a tu tío Juan Jacobo "obo"
a tu hermana "Ana"
a tu tía Margarita "A"

repetimos el experimento y sigue llamándome "A"
creo que es el nombre más tierno que me han puesto.

semillas de durazno

el jardín de mi casa en el rancho se convirtió en uno de mis lugares favoritos de las vacaciones que tuve la semana pasada.
observé a mi mamá trasplantar flores a macetas grandes, podé algunos rosales, acomodamos algunas plantas y descubrí que durante 28 años viví engañada pensando que la semilla del durazno es la que siempre veo cuando me como uno.

aprendí que la verdadera semilla es mucho más pequeña y se esconde enmedio de la fortaleza que la rodea.
mi mamá es la persona más dedicada que he conocido en mi vida, para plantar TODAS las semillas que salen de cualquier fruta o verdura que llega a nuestra casa. de papaya, limón, mango, durazno, naranja, aguacate, chile, mandarina, jitomate, de absolutamente TODO. he ahí la causa de las apariciones misteriosas de árboles inesperados en nuestro jardín.

en esos días de descanso, encontré varias semillas de durazno y decidí romperlas para plantarlas y que nacieran más rápido los arbolitos. pero nunca imaginé que adentro estaba la verdadera semilla. me dio muchísima ternura descubrirla y me dio mucha incredulidad haberlo hecho a estas alturas de mi vida y no antes.

me emocioné y seguí rompiendo las "semillas" grandes para plantar las verdaderas.

y en pequeñas semillas encontré una enseñanza inmensa.

me pregunté cuántas semillas he encontrado en mi camino, he creído conocerlas y he esperado que crezcan, sin resultados.
pero nunca me detuve a romper el caparazón que envolvía y protegía a las verdaderas semillas. y así me perdí de ellas, de toda la maravilla que podían esconder y desencadenar. cuánto me habré perdido?

si Dios protege así a una pequeña semilla de durazno, cómo protegerá a lo que más ama?

Monday, October 01, 2007

Mi calcomanía favorita

Mi historia con las calcomanías empieza hace muchos años. El primer recuerdo que tengo de ellas es haberle robado a una compañera del kinder una que tenía pegada en uno de sus cuadernos. Me gustó tanto que seguí un impulso que aún me cuesta trabajo creer. Hace unos años mi mamá le confesó a la mamá de la víctima sobre ese robo, la señora estaba muerta de risa pero yo todavía tengo remordimientos.

Entre mis calcomanías favoritas estaban los "rascahuele", los recuerdan? Creo que ahora ya ni existen L con eso de que el 99% de las cosas que disfrutamos de niños ya se descubrió que son tóxicas y mortales para los infantes... ya desaparecieron del mercado los rastros de nuestra infancia, aunque afortunadamente no sé de alguien que se haya muerto por oler calcomanías!

Ahora me tengo que abstener de comprarlas en las papelerías, asumir mi papel de adulta y no sucumbir ante el encanto de tanta variedad que existe. Pero hay una personita en la familia a quien le gustan creo que incluso más que a mí. Se emociona cuando saco mi diario, que tiene muchas, y escoge una grande para ella y una chiquita para su hermanita. No le importa que esté dormida, levanta su cobijita y se la pega en la ropa, o en el cachete como la última vez.

Cuando se acuerda pregunta por las "bobaías" y nos pega una a cada quien, grandes y chicos. La única vez que la vi sonreír el día que la internaron en un hospital, fue cuando descubrió muchas calcomanías en las últimas hojas de un libro para iluminar que le llevaron de regalo.

Le pedí que escogiera una, despegué un pececito pero no quiso que se lo pegara, así que le dije que yo lo iba a pegar en mi blusa. Así lo hice. Mis recuerdos de ese día son tan confusos, que no sé si fui yo pero alguien le pegó una estrella rosa en su frente porque se había portado muy bien, a pesar de no haber dormido en 30 horas, tener suero en su manita y temperaturas de 40° desde la madrugada.

La familia completa estaba consternada de verla así y lo único que queríamos era que la diera de alta para llevarla a la casa, pero no fue así. A las pocas horas se la llevaron al quirófano para operarla. Recuerdo esa escena con mucho dolor, sólo había dos personas ecuánimes, ella que no sentía ningún temor ante lo que le esperaba y su hermanita a quien subieron de contrabando para que le diera un besito antes de la operación.

Los pronósticos de una hora de espera se extendieron a 2 horas y media. Cuando por fin salió del quirófano la sala de espera estaba llena. En medio del dolor de ver a nuestra chiquita en una camilla, con una sonda en su nariz y todavía con los efectos de la anestesia, la vimos salir con su estrella pegada en la frente. Nunca alguien se había merecido tanto una estrella como Ana Paula en ese momento.

No sé dónde quedó esa estrella rosa, pero el pececito lo tengo yo. Me lo pegué todos los días en la ropa mientras estuvo en el hospital, como una señal de solidaridad con ella. Ésa es mi calcomanía favorita, me la regaló una pequeñita de 3 años, la más valiente de la familia.

Te queremos mucho hermosa princesita. Gracias por la lección de valentía, gracias a Dios que ya estás bien.

Wednesday, May 02, 2007

La mejor parte

Todas las mujeres conocemos bien el sentimiento de las mariposas en el estómago. Dicen algunas que es la parte más bonita y lo que más debemos disfrutar de una relación, esos momentos en que nada es seguro pero todo parece indicar que las cosas van por buen camino, los momentos en que una felicidad inusitada nos invade hasta la última parte del cuerpo, acompañada por supuesto de nervios y ansiedad. Es una emoción única y que no se experimenta frecuentemente.

Me pregunto si en verdad esa sensación es la mejor parte de enamorarse, o ilusionarse con alguien al menos. Ayer descubrí un nuevo sentimiento de este proceso. Es la emoción compartida por las amigas, la curiosidad de saber cómo van las cosas, qué ha pasado, qué se ha dicho. La felicidad que experimentan como propia o, al contrario, los ánimos de venganza que externan, según resulten las cosas.

Cuando una se topa con un príncipe en potencia, ahí están las amigas, al pendiente de cada detalle, cual cupido o celestina, sintiendo en carne propia la emoción del amor ajeno, ayudando a que caminen las cosas o incluso provocándolas. Se convierten en las mejores cómplices del mundo.

Cuando el susodicho se queda como sapo, en el momento preciso que se supone que debería transformarse en príncipe.... ahí siguen las amigas, confirmando la sospecha de que no era tan bueno como parecía, recalcando sus defectos y ensalzando tus virtudes, agradeciendo que hayas sido más lista tú que él.

Ayer tuve esa sensación... la mejor parte de enamorarse no siempre son las mariposas en el estómago, a veces es la bendición de comprobar que, por cada sapo que se atraviese en nuestro camino, habrá siempre un batallón de amigas que te levanten y te hagan recuperar la fe en que ya aparecerá un hombre para ti que de verdad valga la pena.


Gracias Conchita y Marce, las quiero mucho

Monday, April 25, 2005

Diario de la infancia - 3/12/1980

3 de diciembre de 1980

Magui, mi chiquita hermosa:

Qué contenta estás al ver a Juan Jacobo esta mañana que no fue a la escuela porque está enfermo y decidimos que se quedara, lo abrazaste con tanto cariño que este detalle nos hizo muy felices y alegró nuestro día.

No querías desayunar por estar con Juan Jacobo y Alex por lo que los llamé a los tres y fue de la manera que comieron algo. Nunca habían desayunado tan rápido por la ilusión de poner el árbol de navidad, pero no te llevaron con ellos, te quedaste en la cocina conmigo y querías llorar.

Te llevé a la sala pero no te dejan acercarte porque puedes hacer travesuras. Pude entretenerte en la cocina con unas tapaderas pero fue muy poco tiempo y seguías insistiendo.

Fui a hablar con Juan Jacobo y Alex hasta que aceptaron que te quedaras a ayudarles y cada rato me decían que en lugar de poner figuritas, las quitabas.

Otra vez les pedí que te dejaran estar con ellos para que aprendieras y así ya no las quitarías. Hasta la cocina escuchaba cómo te reprendían, pero ya no enojados, sino con paciencia y cariño.

Cuando tus hermanos me llamaban para que viera cómo les iba quedando el arbolito, tú también me lo enseñabas.

Es la segunda navidad para ti y la esperamos con ansiedad para que vayan aprendiendo con cuánto cuidado debemos prepararnos para celebrar el nacimiento del Niñito Jesús.

Tan emocionada estás, que me enseñaste con tu manita los muñequitos que Juan Jacobo hizo de papel lustre y Juan Jacobo te decía: ¿verdad que nos ayudaste nena? Y respondías: sí.

Al ver que tus hermanos recogían, querías hacerlo también y ponías en una cajita todo en desorden.

Al llegar tu papá te fuiste a jugar con él y por toda la casa se escuchaba tu risa. Cuando entré para que rezáramos, te persignabas por todos lados en tu carita y te quedaste dormidita. Sólo tomaste leche con cereal y ya no comiste nada más.

Thursday, April 21, 2005

mi corazón está roto

el anuncio de su llegada coincidió con el anuncio de la mía.
él a México, yo al mundo.
el mismo día, el mismo instante.

el sonido de las campanas que celebraban su presencia debe estar registrado en algún rincón de mi memoria, en algún lugar de mi alma, aunque científicamente yo no haya podido escucharlas. tenía aproximadamente ocho semanas de gestación y mi mamá se enteró ese día de mi existencia.

Pero sí las escuché, aunque mi mente no lo recuerde, todo mi ser me lo grita, mi corazón debe haber dado su primer latido en ese instante. de qué otra manera podría explicarme el efecto que ha causado en mí ese hombre con tan solo verlo, con tan solo escucharlo, con tan solo recordarlo.

las lágrimas se desatan ante él, el mundo desaparece de todos mis sentidos, sólo existe él.

él ha sido el mejor de mis sueños cumplidos, él me regaló la experiencia más valiosa de mi vida, él me vio y me bendijo, como a cada uno.

casi podría asegurar que nadie en el mundo causará en mí un impacto siquiera similar.

sé que hoy he sentido el dolor más parecido a perder a un padre. antes tenía a dos en la tierra, ahora tengo a dos en el cielo. por un momento pensé que iba a morir con él. que una vez más coincidiríamos, primero en el principio y hoy en el fin. pero no lo merezco. le fallé. se fue con mis fallas, esperé demasiado para decidir cambiar. me cansé pronto de sufrir y renuncié... él jamás lo hizo.

"si tu corazón no te perdona, Dios sí te perdona, porque su misericordia es más grande que tu corazón". no sé si merezco ese perdón, por eso lloro. por supuesto que no lloro por él, lloro por mí, lloro por el mundo que con seis mil millones de seres humanos no puede llenar el vacío que dejó, el lugar que ocupó quien hoy ha partido con Dios.

el llanto es de la magnitud de la pérdida. el dolor es de la profundidad de mi ingratitud, de mi renuncia. yo lo abandoné.

quien dice que nadie es irremplazable en este mundo se equivoca.
Dios nos creo únicos e irremplazables a cada uno. y nos empeñamos en no serlo. nos rehusamos a ser lo mejor de nosotros mismos, a esparcirlo. debería darnos vergüenza. si hemos vivido así deberíamos llegar con Dios y ni siquiera mirarlo a los ojos. uno entre millones reconoció y vivió ese don y lo multiplicó... y transformó al mundo, lo estremeció de alegría y lo enmudeció de dolor.

si un ser humano conmovió a la humanidad, si la llenó de amor y de esperanza, dónde estamos el resto? qué estamos haciendo? estamos viviendo para morir. moriremos en vano y el vacío que dejaremos dará lástima. será un vacío de lo que no hicimos, de lo que no entregamos pudiendo haberlo hecho.

me han preguntando el día de hoy si al Papa le dieron alguna vez el premio Nobel de la paz. no ha sido así. primero me parece incomprensible, pero después lo entiendo: un ser humano excepcional no merece un premio ordinario, el premio que él merece no se ha inventado aquí en la tierra. el premio que él merece sólo puede dárselo alguien superior a él, sólo puede dárselo Dios y hoy lo ha hecho.

Tu premio Juan Pablo es el cielo. mi aplauso para ti resonará hasta el último día de mi vida, porque nadie como tú se lo merece. eres y serás la mayor inspiración, el mejor ejemplo para luchar por estar un día contigo y con Dios.

mi corazón te ha amado desde su primer latido y te amará hasta el último.

Diario de la infancia - 8/11/1980

Sábado 8 de noviembre de 1980

Magui, hijita bonita:

Al rezar Alex y yo esta manana la Liturgia de las
horas, llegaste a nuestra recamara con tu carita de
sueno y despeinadita, estuviste rezando tambien,
aunque solo decias la ultima palabra de cada frase de
manera imperfecta, pero capaz de llegar hasta Dios.

Fuimos a caminar con tus hermanos y tu papá quien te
llevaba y te cobijó muy bien, pero te dio calor y te
quitaste la cobijita.

Recogimos catarinas de entre las plantas, son
animalitos color naranja que desde que éramos niños
nos daba tu abuelita para jugar, estabas muy contenta
con ellas, te reías porque te hacían cosquillitas en
la manita y las seguías con la mirada. Alex las dejó
ir y te pusiste muy triste.

Te dio mucha alegría ver los pececitos que papá sacó
del sifón, los puso en tu dedito, pero te da horror
porque asustadita sacudes la manita.

compramos calcetines para tu abuelito y tratas de
ponértelos, nos causa mucha gracia tu actitud cuando
te quitaste los zapatitos y al ver que no te quedan,
los guardaste. Al llegar a la casa le dijiste a tu
abuelito: tenga, a él le causó extrañeza que sabías
que eran para él y te dijo gracias y en lugar de
contestarle "de nada" solo dabas brinquitos.

Cuando fuimos a Abasolo compré fruta y me pediste, te
di un platanito dominico y una uva, te enojaste porque
no te di más pero temo que te haga daño.

Me enseñaste que Alex había hecho una travesurita
porque tiró el carbonato. Al ayudarle a recogerlo lo
regaste más y te cayó en el vestido, por lo que les
llamé la atención pero enseguida reaccioné y lo ví
como algo propio de los niños.

Alex te quiere dar garbanzos pero le dije que no
porque estás muy chiquita y te pueden hacer daño. Te
enojaste porque no te dio.
Jugamos a leer, rezamos y les conté un cuento.

Diario de la infancia - 2/12/1980

2 de diciembre de 1980

Magui:

Cuando ves que rezamos tus hermanos y yo, también tú
haces alegatitas tan dulces que parecen cascabeles de
amor en nuestro corazón, venidos del cielo.

Fuimos a dejar a tus hermanos a la escuela y ahí nos
dejó tu papá. como no llega pronto, oyes ruido de
cualquier camioneta y dices que es papá y te asomas
rápidamente.

en la casa me llamaste para que fuéramos a ver los
pollitos y los guajolotitos, pero cuando te doy uno te
da horror y miedo, por eso te retiré para que no te
molesten.

Le das besitos a tu tía Rosita pero cuando te llama
con las manos no quieres que te cargue y te abrazas a
mí.

Qué hermosa eres cuando cargas la muñequita, la
arrullas, la envuelves y le das besitos.

Te dimos una paleta y después pediste más, ya sabes
dónde están, me llevas ahí para que te dé otra.

Mas tarde fuimos a Pénjamo y me quedé contigo y con
Alex porque hace mucho aire para ti y para Alex porque
está enfermo.

Después me bajé para llevar a tu hermano al doctor y
te quedaste llorando mucho. Cuando regresé aún estabas
llorando. después se descompuso la camioneta y ahí
estuvimos más de dos horas pero rezamos. tú lo hiciste
otra vez con tus boruquitas preciosas e infinita
ternura.

después estabas muy inquieta, lloraste, no te
acomodabas para dormir, te parabas, te sentabas, por
fin te quedaste dormidita gracias a Dios y ya no
despertaste.

Diario de la infancia - 12/11/1980

Martes 12 de noviembre de 1980
(1 año y 2 meses de edad)

Magui, mi reina:

Tal parece como si hasta hoy sintieras la necesidad de tu papá porque cada camioneta que oyes, dices “es papá” o cuando abren la puerta le corres pero me adelanté a ver y te dije “no era papá” y estás triste.

Qué contenta te dejaste arreglar porque fuiste conmigo a llevar a Juan Jacobo a la escuela, te querías quedar con él pero te expliqué que no se podía y le mandaste besitos y él a ti.

Fuimos a comprar pollo y quieres que te dé una piernita pero está crudo. Después compré chicles y también quieres porque ya tienes hambre.

Estaba jugando Alex con una pistolita de agua y tú la quieres, al verte llorar te la dio.

Otra vez lloraste cuando fui a lavar, me dio mucha tristeza porque cuando estaba tendiendo la ropa todavía estabas llorando y al verme te consolaste, con tus manitas agarraste mi vestido para que ya no me fuera y al secar tus ojitos me diste muchos besitos.

Al ver que regañamos a Juan Jacobo porque se enlodó, fuiste al lugar donde guardo su ropita y le trajiste un pantalón de Alex, nos causaste muchísima ternura.

Te encontramos en el refrigerador sacando y comiendo pastel que está en un plato, creo que ya tienes hambre hijita.

Jugamos a leer con Alex y no lo puedo creer, pero ya te sabes la palabra, no lo puedo creer.
Después jugaste con los dados, Juan Jacobo te enseña cómo armar figuras y al terminar fuimos a caminar.

Cuando te ibas a acostar preguntaste otra vez por tu papá.

Diario de la infancia - 7/11/1980

7 de noviembre de 1980

Magui, chiquita linda:

Qué hermosa eres cuando te enojas si no te damos lo
que quieres. Deseas comer birria pero estás muy
chiquita. Tratas de jalarme el pelo, de morderme y
terminaste jugando con tus hermanitos.

Te gusta que tu papá te haga caballito y dices: pa pa
pa... te molestas encantadoramente cuando ya se cansó
y no sigue jugando.

Te dormiste cuando íbamos a Abasolo y no despertaste
hasta que llegamos de regreso a la casa.

Cada que quieres leche, nos enseñas con tu manita el
biberón y nos llevas hasta allá.

Quieres los dados con los que están jugando los niños
y como no te hacen caso, se los riegas, otros se los
avientas, por lo que se enojaron contigo.

Quieres gelatina de la que hizo Alex, le quedó muy
buena, aunque haya quedado la mesa pegajosa porque la
tiró al vaciarla por quererle ayudar tú.

Te gusta que al dormirte nos acostemos contigo y que
te cante canciones, por lo que te canté "los tres
cochinitos" y "eres mi niña bonita". por último
rezamos y ya casi para terminar Dulce Madre, te
quedaste dormida.

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*(Ahora descubro que desde entonces ya era yo mediaviolenta, jajaja)

Diario de la infancia - 5/12/1980

5 de diciembre de 1980

Magui, chiquilla preciosa:

Cuando desperté y te vi tu ojito me sentí muy, pero muy triste y te puse gotas neosporín, pero va en aumento mi tristeza al ver que también tienes calentura, pobrecita chiquilla.

Saludaste a tus hermanos y cuando ellos te dijeron: Buenos días nena, te vi tan contenta, que parece que te dan con sus presencia la mejor medicina, quieren jugar contigo, pero no tienes humor ni fuerzas suficientes para hacerlo.

Cuando se fue tu hermano Juan Jacobo a la escuela, se quedó Alex contigo y te cantaba cancioncitas y pareces muy complacida, te canta:

“Linda princesita, yo te quiero mucho y te amo, princesita de mi amoooor”

Te dejé una muñequita en la cuna para que jugaras mientras iba a hacer el quehacer, pero me diste las manitas para que te saque de la cuna y te cargué. Sentí mucha ternura porque te recuestas buscando alivio a tu malestar. Me siento muy preocupada porque casi no comiste por más que te ruego.

Viste la palabra de Alex* y quieres que vayamos a jugar a leer. Cómo no lo pensé antes y hubiéramos jugado más. Pareces tan tranquila y tan feliz, como si no estuvieras enfermita. En el preciso momento que terminamos de jugar, te molestaste por lo que te seguí cantando: “tengo una muñeca vestida de azul...” y otra vez estás contenta.

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*Mi mamá usaba un método para enseñarnos a leer antes de entrar a la escuela y creo que nos iba enseñando por palabras.

Sunday, March 13, 2005

Diario de la infancia - 16/11/1980

Domingo 16 de noviembre de 1980

Despertaste estirando tus bracitos y con una sonrisa. Escuchaste que Alex estaba llorando mucho y fuiste a consolarlo. Te dice que le duele su piecito porque se le clavó una espina y le das muchos besitos y le dices: te lele?

Lloraste mucho al ver llegar a tus tíos Amalia y Calixto, quieren saludarte y al acercarse tus primos Adrián y Lety volviste a llorar y te abrazabas a mí y no dejas que te hagan cariñitos pero ellos insisten. No quisiste desayunar aunque te rogué que lo hicieras.

Qué lindo ángel del Señor pareces hijita con tus ojitos llenos de lagrimitas.

Hoy bendijeron la capilla y cuando comenzó a tocar la música le dijiste a papá que te bajara (porque él te traía cargada) y para sorpresa nuestra te acercaste a las personas que estaban tocando y con tus manitas le hacías como si fueras directora de orquesta. Me recordaste a tu hermano Juan Jacobo que cuando estaba más pequeño hizo lo mismo.

Después tan graciosamente comenzaste a bailar, tomabas con tus manitas tu vestidito y girabas de un lado a otro de manera tan hermosa, que te aseguro que todas las miradas estaban en ti. Después te persignaste de manera desordenada, pero con gracia.

Te subiste a una silla para lavar el biberón que se te cayó en el suelo, me preocupé de que te fueras a caer. Todo el malestar de esta mañana desapareció.

Ahora eres tú quien inicia los inocentes juegos con tus hermanos y tus primos. Te escondes y les gritas para que te busquen. Alex con sus gritos y sus risas y al encontrarte dice: “ya te encontré”. Te complace tanto esta celebración de tu hermanito que los dos ríen a carcajadas y me alegran.

Juan Jacobo está haciendo su tarea y tus primos ahí están con él, pero cuando terminó se fueron a jugar con ustedes. Cuando se fueron tus tíos y tus primos, habías congeniado lo suficiente que con gusto te despediste de ellos.

Diario de la infancia - 25/11/1980

Magui, chiquilla bonita:

Despertaste porque hablé fuerte. tu hermano te saludó: buenos días nena y con su voz ronquita te pidió un besito y como te encanta, le diste muchos. Gracias a Dios estás aquí para darnos tanta felicidad.

Desayunaste con Alex y te daba de su platito pero comiste muy poco por lo que te di leche. Estuvieron jugando y Alex te hace rosquillitas y los dos se ríen tanto, me encantan sus carcajadas y pienso qué he hecho para ser testigo de tantos momentos de alegría impregnadas de ternura y amor.

Los llevó Juan Jacobo al corral con su tío Javier para que lo feliciten porque es su cumpleaños, los acompañé para que no les diera pena.

Le diste un abrazo a tu tío y te fuiste corriendo detrás de Alex, pero te alcanzó Juan Jacobo y te llevó de la mano hasta la casa. Estuvieron unos momentos en la televisión y tu hermano te dice: “esa niñita se parece a ti” de un comercial, pero en realidad tú estás más bonita.

Fuimos a un rancho donde vive Alicia la muchacha que nos ayuda en el quehacer y estuviste jugando con tus hermanos y las hermanitas de Alicia, no resiento tranquila porque corres como desesperada y hay muchas piedras y si te caes te puedes lastimar y ya hoy te has caído dos veces. De regreso a la casa Alex viene dormido y lo quieres despertar, pero sigue dormido.

Tomaron leche y pan y después rezamos, Alex te enseña a persignarte porque todavía lo haces por todos lados. Les canté dos canciones: “eres mi niña bonita” dos veces y la de “Amigo”